A continuación expongo un problema, y la posible solución que le podría dar. ¿Vosotros/as lo solucionaríais así, o de otra forma? ¿Crees que es la mejor opción, o podría haber otras diferentes?:
La profesora quiere
comunicarse con los padres para decirles que el niño tiene un retraso
madurativo, y no cogen el teléfono ni quieren hablar con el profesor.
El problema es que existe una falta de comunicación entre los
padres y la maestra, ya que se les quiere comunicar un aspecto importante sobre
la evolución de su hijo, referido a que tiene afectadas varias áreas de su
desarrollo: la psicomotricidad, el lenguaje, el desarrollo cognitivo o la
interacción social (en definitiva, un retraso madurativo).
Esto va a ser importante tratarlo para que el niño adquiera
todas las competencias necesarias y para que tenga un desarrollo lo más
normalizado posible. Para ello, no solo se le debe de tratar en la escuela,
sino que los padres deben colaborar y ayudar en la tarea de mejorar su
crecimiento y evolución en casa, donde deberá de hacer ejercicios determinados.
Uno de los pasos es comunicarles el problema a los padres,
pero si estos no cooperan, hay que pensar soluciones óptimas para remediar el
dilema creado. Si se les llama por teléfono y no lo cogen, habrá que intentar
llamarles a diferentes horas para ver si acaban cogiendo el teléfono. Si esta
opción no es posible, cuando algún familiar (en caso de que no sean los padres)
vaya a recoger al niño a la escuela, se le puede comentar el problema que hay,
o intentar concertar una reunión o cita para que la comunicación sea efectiva y
los familiares sepan lo que le pasa a su hijo.
Si realmente unos padres se preocupan por su hijo, atenderán
a razones para mejorar la situación.
Si a pesar de eso, los padres siguen sin colaborar y sin
poner intenciones para contribuir en la mejora de su hijo, habrá que tomar otra
serie de medidas como por ejemplo comentárselo a otros profesores, a psicopedagogos
del centro donde esté escolarizado el niño, etc. Ante todo, no dejar el
problema en el aire y buscar las soluciones posibles lo antes posibles, para
que el niño pueda mejorar lo antes posible y comience a hacer actividades,
ejercicios, rehabilitación, visitas al logopeda, etc.
En conclusión, la familia debe tener una actitud activa y
participativa en la medida en que lo requieran los maestros y los niños/as.
Esto significa trabajar conjuntamente en la orientación y desarrollo de la
persona teniendo un proyecto común de educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario